Todos los Viernes de Cuaresma, al finalizar la celebración de la Eucaristía, rezamos el piadoso Ejercicio del «Vía Crucis». Es una forma privilegiada de acompañar al Señor en su camino hacia la Cruz, de meditar los misterios de su pasión y muerte por amor a nosotros, y de poder entender y vivir, a la vez, que Él mismo nos ayuda a llevar nuestras propias cruces. Es un gran consuelo y una gran fortaleza experimentarlo.
El horario es el siguiente:
Todos los Viernes de Cuaresma:
8 tarde: «Vía Crucis» (Al finalizar la Misa de 7’30 tarde).