Todos necesitamos ayuda para vivir nuestra vida cristiana. Por eso somos Iglesia, y por eso quiere el Señor que seamos Iglesia. La vida de fe no se puede vivir en solitario. La vida de fe es a la vez, e inseparablemente, personal y comunitaria.
También el matrimonio necesita ayuda para vivir su propia misión y su propia espiritualidad conyugal. Es una experiencia sensacional poder compartir y ayudarse en la aventura matrimonial cristiana con otros matrimonios y con Dios, que es Amor.
Nos gustaría iniciar en nuestra Parroquia algún grupo de matrimonios jóvenes, de los así llamados «Equipos de Nuestra Señora»: un movimiento eclesial fundado especialmente para ellos, y para esto. En nuestra Diócesis existen más de 50 de estos grupos de matrimonios, con frutos extraordinarios.
Queridos amigos que formáis estos matrimonios jóvenes: si estáis interesados en esta actividad, desde la Parroquia os animamos con cariño e interés a que vengáis y os informaremos de ello con más detalle. Pero ya os podemos decir con antelación que merece la pena iniciar esta aventura.