«En el principio existía el Verbo,
y el Verbo estaba junto a Dios,
y el Verbo era Dios […].
En él estaba la vida,
y la vida era la luz de los hombres.
Y la luz brilla en la tiniebla,
y la tiniebla no lo recibió […].
Y el Verbo se hizo carne
y habitó entre nosotros,
y hemos contemplado su gloria:
gloria como del Unigénito del Padre,
lleno de gracia y de verdad».
(Jn 1,1.4-5.14).
Que recibas y acojas al Señor Jesús, Hijo del eterno Padre, Verbo de Dios encarnado:
- en la oración,
- en la adoración,
- en las celebraciones litúrgicas de la comunidad cristiana en las que vas a participar,
- con la sencillez de los niños,
- con el amor y la alegría inefables de María…
Y que, acogiéndolo así, pueda transparentarse:
- en tu amor y en tu vida en caridad,
- en tu esperanza alegre que, quizás, se abre camino incluso entre sufrimientos,
- en tu fe gozosa que contagia y prende en los que están a tu alrededor,
- en tu empeño y en tus desvelos por sacar adelante tu familia cristiana,
- en tu perdón ofrecido al que te ha ofendido,
- en tu intermediación para procurar la reconciliación de otros,
- en tu compromiso con tu comunidad cristiana y con tu Madre la Iglesia,
- en tu solidaridad y en tu mano tendida con sinceridad a los pobres y necesitados,
- en tu colaboración para que la sociedad humana sea un poco más humana y tenga más sentido común,
- en tu cercanía orante en el amor junto a tus hermanos cristianos perseguidos, en la suerte injusta que sufren por el Santo Nombre de Cristo…
…Ésta es nuestra mejor oración por ti al Señor en esta Navidad, porque así será en verdad Navidad en tu vida.
Sobre todo, pedimos al Señor, de rodillas ante el misterio de su Nacimiento, el don de la salud para los que sufrís la prueba de la enfermedad, y el don de su consuelo y de su paz para los que, por cualquier motivo, sufrís la prueba de la tristeza. Has de saber que Jesús ha nacido para amarte inmensamente. En Él hallarás la fortaleza y el sentido, la alegría y la salvación.
A todos los feligreses y amigos de la Parroquia de San Nicolás de Bari de Murcia, a vuestras familias, y a ti, hermano, os deseamos de corazón: ¡Feliz Navidad del Señor!
Con sincero afecto,
vuestros Sacerdotes, Juan y José María.