
Estrella de plata que señala el lugar del Nacimiento del Señor Jesús, en la Gruta de la «Basílica de la Natividad», en la ciudad de Belén.
«[…] la misericordia de Dios no es una idea abstracta, sino una realidad concreta con la cual Él revela su amor, que es como el de un padre o una madre que se conmueven en lo más profundo de sus entrañas por el propio hijo. Vale decir que se trata realmente de un amor “visceral”. Proviene de lo más íntimo como un sentimiento profundo, natural, hecho de ternura y compasión, de indulgencia y de perdón».
(PAPA FRANCISCO, Bula «Misericordiae vultus» de convocación del Jubileo Extraordinario de la Misericordia, 11 de abril de 2015, n. 6b).
Que te dejes alcanzar por este AMOR
que desde siempre te busca;
que le permitas prender en tu alma
su llama ardiente;
que te dejes abrazar por Él
allí donde sufres la tristeza, el desánimo, la desolación;
que te dejes vencer por Él
allí donde te aflige el combate de tu propia indignidad;
que no pongas más excusas
ante su aparente debilidad o irracionalidad;
que te rindas humildemente en adoración
ante la claridad de su Luz;
que te dejes conquistar por este AMOR arrollador, envolvente y total,
el Único capaz de recuperar toda vida humana, sea cual sea la situación en que se encuentre;
este AMOR que es SÓLO DIOS,
y que se ha hecho carne en la Humanidad de Jesús nacido en Belén…
… … … …
Y que ya, después,
sosegada tu alma por haber respirado el aire fresco de su MISERICORDIA,
con la paz y la alegría de este AMOR inefable de Dios
—la única paz y la única alegría verdaderas—
te pongas en camino y tiendas tu mano al hermano…
…Ésta es nuestra mejor oración al Señor por ti en esta Navidad del Año Santo de la Misericordia.
A todos los feligreses y amigos de la Parroquia de San Nicolás de Bari de Murcia, a vuestras familias, y a ti, hermano, os deseamos de corazón: ¡Feliz Navidad del Señor!
Con sincero afecto,
vuestros Sacerdotes, Juan y José María.