Como ya anunciamos hace unos días, hoy, viernes 27 de noviembre, comenzamos la «Novena en honor a San Nicolás de Bari», nuestro Patrón.
Durante los nueve días que preceden a la celebración de su Fiesta (6 de diciembre) nos reunimos, como comunidad parroquial, en torno a nuestro Patrón.
En estos días de especial gracia queremos acudir a él, con fe y devoción. Queremos celebrar la santidad de su vida, pedir su protección para nuestra comunidad parroquial y para todas nuestras familias, implorar su ayuda en nuestras necesidades. Queremos pedir su intercesión ante el Señor, para que, con la gracia del Espíritu Santo, mueva nuestros corazones a imitar a San Nicolás en todas sus virtudes: en su fe y en su esperanza en Cristo resucitado, y, sobre todo, que nos conceda imitarlo viviendo en la alegría de la caridad, virtud en la que él sobresalió de modo eminente.
Durante estos nueve días, se podrá venerar la sagrada Reliquia de San Nicolás.
Os invitamos a todos, feligreses y amigos de nuestra Parroquia, y a todos los devotos de San Nicolás, a participar en estos días de especial gracia de la «Novena en honor a San Nicolás».
Pulsando aquí puedes descargarte el programa de la «Novena».
«Novena en honor a San Nicolás»:
Parroquia de San Nicolás de Bari, Murcia.
Desde el Viernes 27 de noviembre hasta el Sábado 5 de diciembre de 2015, ambos inclusive.
Horario en los días de la Novena:
6’45 h. tarde: Santo Rosario.
7’15 h. tarde: Oración de la Novena a san Nicolás.
7’30 h. tarde: Santa Misa.
¡Ven con nosotros
y juntos rezaremos a San Nicolás por ti y por tus intenciones!
Con motivo de la Fiesta de San Nicolás, que ya se acerca, y por tercer año consecutivo, vamos a celebrar, si Dios quiere, su «Novena» en los días previos a su Solemnidad (6 de diciembre).
Es importante que todos, como comunidad parroquial, nos preparemos con más intensidad espiritual para celebrar con gozo la Fiesta de nuestro Patrón.
Una «Novena» es una ocasión privilegiada de oración. En nuestro caso, es una ocasión importante en la que también podemos pedir a San Nicolás por nuestras necesidades, de modo similar a las Caminatas de San Nicolás de todos los lunes.
Las oraciones de la Novena serán las que tradicionalmente se utilizaban en esta ocasión en nuestra Parroquia, aunque actualizadas. Son realmente bonitas, y van desarrollando, cada uno de los nueve días, diversos aspectos de la vida y obra de San Nicolás.
Este año, cada día de la Novena, presidirá la celebración de la Eucaristía un Canónigo del Ilmo. Cabildo Catedralicio de la Santa Iglesia Catedral de Murcia. Y, por otro lado, cada día colaborarán en la Eucaristía los distintos grupos de nuestra Parroquia.
Durante estos nueve días, se podrá venerar la sagrada Reliquia de San Nicolás.
Os invitamos a todos, feligreses y amigos de nuestra Parroquia, y a todos los devotos de San Nicolás, a participar en estos días de especial gracia de la «Novena en honor a San Nicolás».
Más adelante publicaremos también aquí el programa de esta Novena, así como el de la Fiesta de nuestro Patrón.
«Novena en honor a San Nicolás»:
Parroquia de San Nicolás de Bari, Murcia.
Desde el Viernes 27 de noviembre hasta el Sábado 5 de diciembre de 2015.
Horario en los días de la Novena:
6’45 h. tarde: Santo Rosario.
7’15 h. tarde: Oración de la Novena a san Nicolás.
Ofrecemos el texto del Evangelio que será proclamado este Domingo 22 de noviembre de 2015 en la Liturgia de la Iglesia. Este Domingo celebramos la Solemnidad de «Jesucristo, Rey del universo», solemnidad con la que se clausura el Año Litúrgico. Posteriormente proponemos leer un comentario del gran San Agustín. Después también podemos meditar con una oración de San Simeón «el nuevo teólogo», hermosa oración que también nosotros podemos hacer nuestra. Finalmente, pondremos un poema de Marcelino Menéndez Pelayo, poema que, en realidad, es otra bella oración.
Del Evangelio según San Juan (Jn 18,33b-37)
Tú lo dices: soy rey
Cristo «Pantocrátor». Catedral de Cefalú, Sicilia.
«En aquel tiempo, preguntó Pilato a Jesús:
-“¿Eres tú el rey de los judíos?”
Jesús le contestó:
-“¿Dices eso por tu cuenta o te lo han dicho otros de mí?”
Pilato replicó:
-“¿Acaso soy yo judío? Tu gente y los sumos sacerdotes te han entregado a mí; ¿qué has hecho?”
Jesús le contestó:
-“Mi reino no es de este mundo. Si mi reino fuera de este mundo, mi guardia habría luchado para que no cayera en manos de los judíos. Pero mi reino no es de aquí”.
Pilato le dijo:
-“Conque, ¿tú eres rey?”
Jesús le contestó:
-“Tú lo dices: soy rey. Yo para esto he nacido y para esto he venido al mundo; para ser testigo de la verdad. Todo el que es de la verdad escucha mi voz”».
Palabra del Señor.
Comentario de San Agustín
San Agustín.
Del gran San Agustín de Hipona (354-430), Obispo y Doctor de la Iglesia, el más grande de los Padres de la Iglesia en Occidente, y uno de los grandes maestros para la vida de fe —sin duda alguna—, traemos aquí un comentario a este texto del Evangelio.
Reino que está en este mundo, sin ser del mundo
«Escuchad, pues, judíos y gentiles […]; oíd todos los reinos de la tierra: “No estorbo vuestro dominio terreno sobre este mundo, pues mi reino no es de este mundo”. No sucumbáis a vanos temores, como fueron los de Herodes el Grande ante la noticia del nacimiento de Cristo, dando muerte a tantos niños para eliminarlo, acuciada su crueldad más por el temor que por la ira. Mi reino —dice— no es de este mundo. ¿Queréis más? Venid al reino que no es de este mundo: venid llenos de fe y no le persigáis llenos de temor. De Dios Padre se dice en una profecía: Yo he sido constituido rey por él sobre Sión su monte santo (Sal 2,6). Pero esa Sión y ese monte santo no son de este mundo.
¿Cuál es su reino, sino los que creen en él, de los que dice: Vosotros no sois del mundo, como yo no soy del mundo? Eso aunque quisiera que permanecieran en el mundo, razón por la que dijo al Padre: No te pido que los saques del mundo, sino que los preserves del mal (Jn 17,15-16). Por eso no dice aquí: “Mi reino no está en este mundo”, sino no es de este mundo. Y lo prueba con estas palabras: Si mi reino fuese de este mundo, mis siervos lucharían para que fuese entregado a los judíos. No dice: “Pero ahora mi reino no está aquí”, sino no es de aquí. Aquí está su reino hasta el fin del tiempo, entremezclado con la cizaña, hasta la época de la siega, que es el fin del mundo, cuando vengan los segadores, esto es, los ángeles, y recojan todos los escándalos de su reino, cosa que no podría tener lugar, si su reino no estuviese aquí.
Sin embargo, no es de aquí, porque se encuentra como peregrino en el mundo, según él dice a su reino: Vosotros no sois del mundo, sino que yo os he elegido del mundo (Jn 15,19). Del mundo eran cuando no eran aún su reino y pertenecían al príncipe del mundo. Era del mundo todo lo que, aunque creado por el Dios verdadero, fue engendrado por la viciada y condenada estirpe de Adán, y se convirtió en reino, no de este mundo, cuando fue regenerado por Cristo. Por él Dios nos sacó del poder de las tinieblas y nos trasplantó en el reino del Hijo de su amor; de ese reino dice: Mi reino no es de este mundo, o Mi reino no es de aquí».
(San Agustín, Comentario sobre el Evangelio de San Juan, 115,2-3).
Oración de San Simeón «el nuevo teólogo»
San Simeón «el nuevo teólogo» (950-1022).
San Simeón (950-1022) es un monje que procede de la tradición ortodoxa. Lleno de ardor, de gran personalidad y radical en su vida ascética, es exponente de la tradición mística bizantina. Por sus escritos ascéticos, espirituales y teológicos, recibió el apelativo de «Nuevo Teólogo», que lo coloca en la estela de los así llamados «teólogos» por antonomasia de la tradición bizantina, que son San Juan Evangelista y San Gregorio Nacianceno.
De San Simeón «el nuevo teólogo» traemos aquí una preciosa oración. Al rezar con ella al Señor, también nosotros podemos hacerla nuestra.
Oh Cristo, sólo te amo a ti
«Tú, oh Cristo, eres el Reino de los Cielos; la tierra prometida a los humildes; tú, los pastos del paraíso, el cenáculo para el banquete divino; tú, la sala de las nupcias inefables, le mesa suntuosamente preparada para todos.
Oh Cristo, no me abandones en medio de este mundo, puesto que sólo te amo a ti, aunque todavía no te he conocido; yo, que estoy completamente a merced de las pasiones; yo, que no te conozco, pues ¿acaso tiene necesidad de los placeres del mundo quien te ha conocido? ¿Quién, que te haya amado, irá en busca de cualquier otro placer? ¿O se sentirá apremiado a ir en busca de cualquier otro amigo?
Dios, creador del universo, que me has dado lo que tengo de bueno, ten benévola compasión de mi pobre alma; concédeme un correcto discernimiento para que me deje atraer por tus bienes eternos y sólo por ellos.
Te amaré con todo el corazón, persiguiendo sólo tu gloria sin preocuparme en absoluto de la gloria de los hombres, a fin de llegar a ser uno contigo ya ahora y después de la muerte, obteniendo así, oh Cristo, reinar contigo, que aceptaste por mi amor la más infamante de las muertes. Entonces seré el mas feliz entre todos los hombres. Amén, así sea, oh Señor, ahora y siempre y por los siglos de los siglos».
(San Simeón «el nuevo teólogo»).
Poema-oración de Marcelino Menéndez Pelayo
De D. Marcelino Menéndez y Pelayo (1856-1912) traemos aquí este hermoso poema que, en realidad, es una bella oración. Ojalá que el anhelo que expresa esta oración sea también el nuestro.
El Cabildo Catedralicio de la Santa Iglesia Catedral de Murcia ha organizado otros dos conciertos, que, con el título «Acercarnos a la Catedral. “Música y contemplación”», tendrán lugar en la misma S. I. Catedral:
Uno con motivo de la fiesta de Santa Cecilia, Virgen y Mártir, Patrona de la música, que coincide con la Solemnidad de «Jesucristo, Rey del universo». Este concierto lo ofrecerá el Coro «Canticórum Iubilo”, y tendrá lugar mañana, Domingo 22 de noviembre de 2015, a las 11 h. de la mañana (al terminar la Misa Conventual).
Otro con motivo de la Solemnidad de la «Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen María». Se trata de un concierto de órgano, en el gran órgano de la Catedral, ofrecido por el organista Manuel Torregrosa. Tendrá lugar el martes 8 de diciembre de 2015, a las 11 h. de la mañana.
Pulsando aquí puedes descargar el programa de ambos conciertos.
Don Javier Azagra Labiano, Obispo emérito de Cartagena.
El pasado lunes, 16 de noviembre, se cumplía el Primer Aniversario de la muerte de nuestro llorado Obispo emérito, D. Javier Azagra Labiano.
Con ese motivo, el Sr. Obispo de la Diócesis, D. José Manuel Lorca Planes, presidirá la celebración de la Santa Misa funeral por su eterno descanso, el próximo lunes 23 de noviembre de 2015, a las 7’30 h. de la tarde, en la Santa Iglesia Catedral de Murcia.
Estamos todos invitados a participar y orar por quien fue el Pastor de nuestra Diócesis durante 20 años, ganándose el cariño y el respeto de todos los murcianos.
El Señor premie a D. Javier Azagra la generosa entrega de su vida por el bien de nuestra Iglesia diocesana, y lo tenga junto a Sí en su santa Gloria.
Este Domingo 15 de noviembre de 2015 celebramos el «Día de la Iglesia diocesana». Un día estupendo para celebrar que somos lo que el Señor quiere que seamos: Iglesia. La familia de los hijos de Dios, la comunidad de los discípulos de Cristo. Un día especial para orar a Dios por nuestra querida Diócesis de Cartagena, Iglesia particular que peregrinamos en nuestra querida región murciana, y por toda su ingente labor pastoral y evangelizadora con todos, y por su inmensa labor samaritana con los más necesitados. Un día propicio para manifestar nuestro amor y pertenencia a nuestra “Familia” —la Iglesia— y a nuestra “Madre” —la Iglesia—, colaborando en sus muchas necesidades, particularmente hoy siendo generosos con nuestro donativo en las colectas de las celebraciones de la Misa en este Domingo.
En este «Día de la Iglesia diocesana», traemos aquí esta hermosa reflexión de nuestro querido Obispo D. José Manuel Lorca Planes. Titulada «La solidaridad es la expresión de la unidad», y publicada en la página web de Diócesis (www.diocesisdecartagena.org), invitamos a todos a leerla despacio.
La solidaridad es la expresión de la unidad
«En esta semana celebramos los cristianos un día especial, el gozo de ser Iglesia, el Día de la Iglesia Diocesana. Seguro que habréis visto ya en los carteles de la entrada al templo un llamativo lema: Una Iglesia y miles de historias gracias a ti. En este día volvemos a recordar lo que significa pertenecer al Cuerpo de Cristo, nuestra Cabeza. Somos una familia, un pueblo llamado a la salvación y a la vida y reconocemos también nuestras obligaciones, que fundamentalmente se centran en el mandamiento del amor, según el corazón misericordioso de Dios. Somos una familia muy grande, una familia que necesita ser cuidada, una familia con una larga historia en esta tierra, en la Diócesis de Cartagena, llamada a evangelizar desde la época apostólica. A nadie le es desconocido el dato de las 291 parroquias y de las necesidades que plantea la tarea evangelizadora y pastoral, las necesidades de los edificios de las iglesias parroquiales, salones u otras dependencias, puestos al servicio del pueblo de Dios y de los que se acercan a ellos. No hablo de las grandes obras, sino del día a día, de las cosas pequeñas y de las obras de caridad…
Todos sabemos que la Iglesia concreta y limitada que conocemos, con sus luces y con sus sombras, es el espacio en el que Dios hace explícitamente presente y operante su voluntad irrevocable de salvarnos por medio de Cristo. Es aquí donde recibimos los sacramentos y seguimos los pasos de Jesús con la cruz a cuestas; es en la Iglesia donde aprendemos a renovar el compromiso de acercarnos a los pobres y necesitados con el mismo corazón y sentimientos de Jesús; es a través de la Iglesia donde nos formamos en la sabiduría de Dios, en la comunión y en la unidad de un solo Cuerpo. San Juan Pablo II expresaba este pensamiento de una manera bella, abierta a la grandeza: “La multiplicidad de los miembros y la variedad de las funciones no pueden ir en perjuicio de la unidad, así como la unidad no puede anular o destruir la multiplicidad y la variedad de los miembros y de las funciones”. Esta es la hermosa armonía de la Iglesia, que explica la necesidad de la solidaridad entre todos los miembros. Por esta razón, yo os puedo decir hoy, la Iglesia, nuestra madre, nos pide ayuda, colabora con generosidad, cada uno según sus posibilidades.
La exhortación a ayudar a la Iglesia en sus necesidades aparece ya en los relatos de los Hechos de los Apóstoles contándonos aspectos esenciales de la primitiva Iglesia y se destaca la preocupación por todos los hermanos: “La multitud de los creyentes no tenía sino un solo corazón y una sola alma” (Hech 4, 32). Os recuerdo que, cuando llegue el momento de la Declaración de la Renta no os olvidéis de poner la señal en la casilla de ayuda a la “Iglesia Católica” y en la de las otras obras sociales, sabiendo que los donativos a la Iglesia tienen la desgravación fiscal del 35 %. Que Dios os bendiga».
(Mons. José Manuel Lorca Planes, Obispo de Cartagena en España).