Continuamos, en este mes dedicado a la Virgen María, con nuestra alabanza a la Madre del Señor y Madre nuestra. Otro soneto y otro poeta del «siglo de oro» de las letras españolas.
«Si está del sol vestida y adornada
la que nació el eterno Sol en ella,
si con sus plantas a la luna huella
por unas pintas de que está manchada.
Y si también de estrellas coronada
San Juan vio esta bellísima Doncella,
cuál será el cuerpo, cuál el alma della,
cosa es de los mortales no alcanzada.
Si los ángeles puros siempre han sido,
y por Reina la adoran con profundo
acatamiento, ¿quién, en su entereza
de los hombres habrá ten atrevido,
que ponga mancha, pues confiesa el mundo
que no hay bajo de Dios igual pureza?»
(Damián de Vegas, Siglo XVI).